¿Qué es la medicina basada en la evidencia?

El termino “Medicina basada en la evidencia” es relativamente reciente, tiene menos de 15 años, pero ha hecho fortuna y hoy se usa con mucha frecuencia. Hace referencia a que el médico a la hora de decidir qué pruebas realizarle a un paciente o qué tratamiento aplicar para tratar su enfermedad debe tener en cuenta la mejor información disponible sobre los beneficios y riesgos de utilizar esa prueba o ese tratamiento. Esa información, que se publica en las revistas científicas, procede de la investigación que se realiza para conocer la utilidad tanto de las pruebas diagnósticas como de los tratamientos existentes.

En las últimas décadas el gran auge de la investigación médica ha permitido disponer de muchos métodos diagnósticos nuevos y desarrollar una gran cantidad de nuevos fármacos, aunque no siempre se conocen bien todas sus utilidades. Dada la gran cantidad de información que se publica, se calcula que anualmente aparecen más de 2 millones de artículos científicos sobre investigación en medicina, resulta imposible que ningún médico pueda conocer toda la información existente sobre un tema concreto. Por ello, la medicina basada en la evidencia lo que pretende es facilitar al médico la forma de encontrar la información más útil de cada tema concreto para ayudarle a decidir que pruebas o que tratamientos son mejores en cada caso. Esto se puede conseguir enseñando al médico como buscar esa información en las grandes bases de datos donde se almacenan los artículos científicos y como se evalúa la calidad de esos artículos, o bien haciendo resúmenes por parte de expertos de los artículos más importantes sobre cada tema. Un tipo de resúmenes de la información disponible sobre un problema médico concreto son las guías de práctica clínica.

¿Qué son las guías de práctica clínica basadas en la evidencia?

Son herramientas desarrolladas por expertos donde se resume de forma rigurosa la información de mayor calidad disponible sobre un problema médico concreto y que puestas a disposición de los médicos les pueden ayudar a elegir la mejor opción en cada caso para su paciente. Sin embargo, las guías de práctica clínica no son “recetas de cocina” que indiquen que hay que hacer en todos los casos, pues lo que es bueno en general para la mayoría de los pacientes con una enfermedad concreta, puede no serlo para un caso concreto donde se den unas condiciones particulares que hagan que sea mejor otra alternativa. Por ello, la experiencia del médico y su buen juicio clínico siguen siendo imprescindibles para indicar en cada caso la mejor opción para cada caso concreto, teniendo en cuenta los recursos disponibles y las preferencias de los pacientes una vez informados de las posibilidades existentes con sus pro y sus contra.

¿Cómo pueden ser las guías de práctica clínica?

Las guías de práctica clínica pueden presentarse en diferentes formatos. Pueden ser libros de bolsillo, trípticos, folletos, artículos, formatos electrónicos para ordenadores, etc., pero lo más importante es su contenido y la calidad con que hayan sido elaboradas.

¿Existen guías para los pacientes?

Sí, existen guías.

Bibliografía


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