Se caracteriza por un período en el que el estado de ánimo es anormal, persistentemente elevado, expansivo o irritable.

Dura al menos cuatro días. No provoca deterioro laboral o de las actividades sociales. Puede haber síntomas tales como autoestima exagerada, disminución de la necesidad de dormir, verborrea, fuga de ideas, aumento de actividad, agitación psicomotora, distraibilidad.